Add parallel Print Page Options

24 Si el hombre cae, no se queda en el suelo
porque el Señor lo sostiene de la mano.

25 Yo fui joven, y ya he envejecido,
pero nunca vi desamparado a un justo,
ni vi a sus hijos andar mendigando pan.
26 El justo es misericordioso, y siempre presta;
sus hijos son para otros una bendición.

Read full chapter